Muñeca.

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martes, 14 de junio de 2011

S.M.E.: Seguiremos luchando hasta vencer.









El pasado 10 de junio se cumplieron 20 meses de lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) desde la noche del 10 de octubre del 2009, en que fueron lanzados al desempleo 45 mil trabajadores por decisión del presidente de facto Felipe Calderón, quien decretó la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.


A lo largo de esos meses de sufrimientos para las familias de estos obreros muchos han terminado por aceptar la liquidación que les ofreció el gobierno. Se han rendido por hambre, falta de convicciones, desesperación y por la tremenda presión de las campañas de la prensa escrita y electrónica que los tacha de violentos e intransigentes.


Alrededor de 25 mil trabajadores (más del 50 por ciento) se han retirado de la lucha, unos en las primeras semanas, otros más tarde. Pese a ello a la fecha cerca de 17 mil trabajadores siguen resistiendo y luchado por la creación de una nueva empresa que los recontrate como patrón sustituto, conservando el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) del SME y el pago de los salarios caídos. Ambas demandas son justas y la solución es viable porque la materia de trabajo sigue existiendo y cada día aumenta la inconformidad de miles de usuarios del servicio eléctrico con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) paraestatal que ha elevado exorbitantemente las tarifas y provoca apagones tan graves como el que hace unos días vivió Cuernavaca, Morelos.


Los que siguen de pie se han endurecido y adquirido experiencia política en esta lucha que se libra, según expresión de los sindicalistas, en los frentes legal, legislativo y político. En una pugna de clases que les ha enseñado a observar la naturaleza explotadora e injusta sobre la que se levanta la sociedad mexicana.


Hoy todos se han percatado de que el régimen tripartitita y supuestamente democrático mexicano está al servicio exclusivo del gran capital. Y saben que para triunfar necesitan mantenerse unidos en espera de la oportunidad de empujar en el momento oportuno para derrotar al gobierno panista, obligándolo a satisfacer sus demandas.


Carlos Alberto Vargas Valencia es un proletario a quien entrevistamos en marzo pasado, entonces llevaba 17 meses resistiendo y 15 días de plantón en el Zócalo capitalino soportando los rigores del invierno que no terminaba. A sus 40 años no se hace demasiadas ilusiones pero tampoco se rinde.
Este hombre que laboraba en la agencia de Contreras como ayudante de agente foráneo, cobrador, tomaba lecturas y hacía los contratos de la luz de la Luz y Fuerza a estas alturas lleva tres meses en campamento que el SME mantiene en el Zócalo de la capital mexicana. Conversamos con él y esto nos contó:


-- ¿Qué han conseguido con esta acción del sindicato?


--Fue un acuerdo de la Plenaria, donde participan las comisiones de trabajo y busca presionar al gobierno para que se siente a negociar. También es para que la gente se percate de que el problema no ha terminado, de que siguen las familias sin sustento económico. Es difícil porque los medios electrónicos nos han linchado, acusándonos de cerrar calles y perjudicar a terceros. Cuando realmente quien está perjudicando al país es el señor Felipe Calderón al cerrar nuestra fuente de empleo.


- - ¿Cómo era su vida antes del decreto de liquidación de la Comisión de Luz y Fuerza del Centro (CL y F), que planes tenías? ¿Y cómo cambió a partir de que te quedas sin empleo?

-- Cuando yo tenía 18 años y estudiaba en la Vocacional número 4 Lázaro Cárdenas del IPN, quería ser Ingeniero Electricista, pero trunqué mis estudios y luego entré a Luz y Fuerza porque se me presentó la oportunidad, mi padre trabajaba ahí y se acaba de jubilar. Comencé en el departamento de intendencia, en la agencia de San Pedro Mártir. Y ahí estudie para cambiarme a otro puesto donde duré 17 años y hace tres años logre un cambio a Agencias Foráneas y comencé a ganar un poco más, no tenía para lujos, pero mejoró la situación económica de mi familia, tengo dos hijos y mi esposa. Yo ya me sentía aliviado porque les podía dar a mis hijos una vida mejor. Y fue entonces cuando vino ese decreto ilegal de Calderón. Un amigo me llamó por teléfono y me dijo que viera el Noticiero de Milenio y veo que los soldados estaban entrando al edificio de Marina Nacional, pero yo creí que era porque habíamos estado haciendo manifestaciones para que se entregara la toma de nota a nuestro secretario Martín Esparza.

Pero luego comenzaron los telefonazos y empezaron a desvanecerse las esperanzas y comencé a pensar en lo que debíamos hacer. Mi familia me vio muy enojado y me pidieron que me calmara. Que primero viéramos qué estaba pasando. Yo estaba muy alterado, triste, desesperado y entonces nos fuimos al sindicato, eran las 12 de la noche.

--¿Cuánto ganaba en Luz y Fuerza?

--Mi salario era de 250 pesos diarios, tenía un préstamo de casa y me llegaban 1, 600 pesos a la semana, 6, 400 al mes y la verdad es que había muchas carencias.

--¿Y ahora como está la economía familiar?

--Ahora es peor. Hay situaciones familiares que le provocan enojo a uno, rencores. Se vive una situación familiar difícil porque no tengo un trabajo remunerado. Seguimos exigiendo nuestra reinstalación en una nueva empresa. Esto se podría conseguir por medio de dos vías, una por el poder legislativo o por el lado jurídico. Nosotros tenemos demanda por despido injustificado y por recontratación conforme a nuestro CCT por un patrón sustituto. Y ahorita lo que queremos es que se resuelva pronto este problema, que no se siga alargando. Hemos resuelto en el sindicato que no nos vamos a liquidar, pase lo que pase, no nos vamos a liquidar.

--Estamos viviendo una coyuntura electoral, este año hay elecciones, el próximo son los comicios presidenciales y la situación del país se vuelve cada día más delicada, más crispada. Podrían ocurrir cosas que movieran la balanza a favor de su lucha. Calderón está cada día más aislado y cada vez se descubre más de su servilismo con Estados Unidos. Wikiliks reveló hace unos días que el embajador norteamericano comentó que Calderón pagó caro haber acusado a los electricistas de ser perezosos. La dirección del SME participó recientemente con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, responsable de la represión a los pobladores de San Mateo Atenco, en la que fueron asesinados dos jóvenes, golpeados salvajemente por la Policía Federal Preventiva decenas de activistas y violadas varias mujeres que apoyaban el movimiento. ¿Qué me dice de eso?

--Bueno, se marchó en una cabalgata al estado de México y en el interior del sindicato se manejan las cosas que hay que jugar en todos los escenarios posibles. No hay que dejar de usar un solo escenario por muy absurdo que parezca para algunos puede parecer inconveniente. La verdad es que aquí en México no se respetan los derechos ni de los trabajadores, ni de los ciudadanos y la gente no está informada. Se olvida de los problemas esenciales del país. Aunque les estén afectando, siguen con su vida normal, pero de todos modos hay consecuencias.

--¿Qué cambios has tenido en tu forma de pensar respecto a lo que es México, a lo que son los trabajadores? ¿Han cambiado sus ideas?

-- Sí han cambiado muchísimas cosas. Yo desconocía como puede llegar el ser humano a apreciar la solidaridad. Cuando uno tiene un dinero en la bolsa se olvida de los problemas de los demás, dices: allá ellos ¿no? Pero cuando te ves en medio de un problema como el que estamos pasando, dicen ¡Chin! Pues no hay dinero, se siente uno denigrado, maltratado, humillado. Pero eso hace más fuerte el alma y dices: me tengo que levantar, porque soy ser humano, tengo mis hijos y esposa y si no tenemos el carácter para salir adelante entonces se sigue la vía falsa que es el suicidio, como pasó con algunos de mis compañeros, que no tenían lo elementos para soportar la situación y se quitaron la vida. Yo conozco tres casos de compañeros de la resistencia. Y son casos muy tristes para sus familias. Ese es mi cambio. Y ahora si ves al de al lado sufriendo una injusticia, pues uno lo apoya, aunque la gente no te lo pida.

--En su lucha ustedes han empleado la tecnología de punta, el Internet, tienen Radio SME, etc.

--Tenemos tres estaciones de radio, Radio SME, que está en el local sindical, en Antonio Caso; otra está en Necaxa, Radio Turbina y otra que está en Hidalgo.

--¿Tienen apoyo de sindicatos de otros países?

--El comité ejecutivo nos ha dicho que en 35 países hay sindicatos que nos apoyan y están pendientes de lo que está pasando con nuestra lucha. Ya se han pronunciado en favor de nuestra lucha y también los mineros y Pasta de Conchos.

--¿Siguen embargados los bienes del sindicato y las cuentas bancarias?

--Sí, a pesar de que ya se le dio la toma de nota a Martín Esparza, el secretario general del sindicato. Pero se ha pedido a los bancos que den un informe de cómo se han manejado los recursos. Que se haga una auditoria, antes de tocar esos recursos económicos.

--¿En algún momento has pensado en pedir tu liquidación?

--¡No, para nada! Porque creo que el gobierno actuó ilegalmente y con racismo. Pienso que vamos a ganar porque tenemos la razón jurídica y moral. Yo ni siquiera vi mi hoja de liquidación.

--¿Qué pensaste cuando el gobierno ofreció la reinserción laboral con las franquicias, o como guardia de seguridad, de policía, porque decían que eran formas de autoempleo?

--Creo que no eran alternativas. Eran mentiras, ganchos para que nos liquidáramos y dijimos ¡No a las franquicias! ¡No al auto empleo! Porque nosotros ya teníamos un CCT desde hacía 96 años, que son derechos a los que vamos a renunciar nomás porque un Pelele liquida ilegalmente la empresa donde trabajábamos. Nosotros dijimos, primero quiérete a ti, no te vendas por unas monedas. No te vendas por una promesa que a final de cuentas fue una mentira. Porque yo les pregunto a los compas que se liquidaron si a ellos ¿Ya les dieron sus franquicias, si ya los contrataron en la CFE, si están dentro del CCT del SUTERM? Hasta donde yo sé, no hay uno solo. Por lo tanto estamos en el camino correcto y más temprano que tarde vamos a ganar.

--¿Se han perdido los Amparos que se interpusieron, qué piensa el Comité Ejecutivo de esto, parece que la lucha legal no prospera, por qué no se toman otras medidas?

--Creo que primero se tiene ver que con qué materia se cuenta para enfrentar al enemigo. Si en México realmente la gente estuviera informada yo estoy seguro de que los juicios no se llevarían años, sino que al enterarse de una injusticia la gente saldría a protestar y apoyar. Pero desafortunadamente el pueblo mexicano no alcanza todavía a entender que los neoliberales están saqueando al país. Y sigue imperando la actitud de que “mientras no me pase a mí, pues no hago nada”. Hay que tomar en cuenta esta realidad y también que los neoliberales tienen secuestradas las instituciones.

--Veo que sigue teniendo un alto nivel de confianza en el triunfo del movimiento del SME, ¿cómo haces para no desmoralizarse?

--Hace cuatro años enfrenté una crisis de soledad, estaba muy deprimido y con ansiedad. Me sometí a terapia y trabajé con mi espíritu y pensé que mis hijos y mi esposa son mi responsabilidad y eso me dio fortaleza. Gracias a la terapia superé esa situación y ahora creo que si logré salir de esa situación, con mayor razón puedo aportar mi esfuerzo en esta lucha en donde estamos enfrentando la injusticia. Vamos a seguir hasta vencer y rescatar para el pueblo de México lo que le pertenece.

A mí me parece que el destino de estos miles de hombres y mujeres que luchan casi en solitario contra un gobierno que está despedazando al país con su narcoguerra, está unido al de todos los que trabajamos y que ellos son el espejo donde podríamos contemplarnos si el capital sigue avanzando y destruyendo la propiedad pública y los sindicatos.






































































































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